Iniciamos un nuevo año con una nueva edición de «Derecho y Debate», la cual tiene el mérito de presentarnos textos y documentos de plena actualidad, los cuales poseen la virtud de mostrarnos hechos de innegable relevancia, y nos ayudan a entender tanto lo pasado como lo presente, así como proyectar razonablemente nuestras expectativas para el futuro.
Encabeza esta edición un magnífico artículo del maestro y amigo Allan Brewer Carías sobre el principio de la intangibilidad de las sentencias de los Tribunales Constitucionales y sus eventuales excepciones, texto cuya lectura recomendamos vivamente. No le va a la zaga en calidad el estudio de los profesores Marcelo López Alfonsín y Luciana Salerno sobre independencia judicial; o el muy profundo aporte del profesor Juan Manuel Sosa Sacio sobre las comprensiones del concepto «inconstitucionalidad» en la reciente coyuntura peruana. Son todos ellos aportes de lujo que nos honra poner en vuestro conocimiento.
De otro lado, Derecho y Debate se preocupa en facilitar el acceso a documentos de la coyuntura peruana reciente que, sin duda, trascienden a nuestras propias fronteras. Así, por ejemplo, difundimos el texto de la resolución suprema mediante la cual se consagra el indulto al expresidente Alberto Fujimori, y sin que ello, en mérito a nuestra actual labor como jueces constitucionales, implique tomar partido sobre este hecho, alcanzamos también, para su conocimiento y análisis, el comunicado emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al respecto.
Además de lo ya expuesto, Derecho y Debate recoge el texto de la moción por la cual se buscó, sin éxito, la vacancia del actual presidente peruano, alegándose su incapacidad moral, causal de vacancia también existente y aplicada a otros países latinoamericanos. Finalmente, difundimos lo previsto en la ley 30709, mediante la cual se prohíbe en el Perú «la discriminación remunerativa entre varones y mujeres». Como bien puede apreciarse, esta edición de Derecho y Debate, queriendo así seguir la misma línea que sus antecesoras, trae muchos elementos que, ojalá, puedan ser útiles para el análisis y la reflexión de todos sus lectores y lectoras. Sin embargo, y antes de terminar esta presentación, en la misma línea de lo que acabamos de publicar en otro lugar, permítasenos añadir aquí algunas anotaciones adicionales.
El año 2017 trajo muchas cosas buenas, pero también tuvo mucho de injusticia, decepción y dolor. Lo importante es ahora rescatar que estamos iniciando el año 2018, donde debemos aprender de lo vivido y tendremos muchos retos que afrontar.
A nivel de nuestro país, el Perú, bien podríamos decir que debemos enfrentar retos como el de construir institucionalidad a pesar de la adversidad y las dificultades. Y en ese sentido, entender que la reconciliación aquí tantas veces invocada en estos últimos días implica, entre otras muchas cosas, comprensión y tolerancia por el otro y por la discrepancia; perdón con arrepentimiento y vocación de procesar y superar las diferencias; escrupulosa transparencia y probidad en el ejercicio de la función pública y el quehacer privado, y estricto respeto a la autonomía de las distintas entidades, la independencia de sus integrantes, y la dignidad de todos(as).
Pero nada de esto será posible si no enfrentamos la tarea principal: esforzarnos por ser mejores cada día, en bien nuestro y de las personas y demás aspectos valiosos de nuestro entorno, o que incluso trascienden a él. Ojalá el año 2018 nos permita avanzar significativamente en la consecución de estos objetivos.
Deja un comentario